Irene Ramos Monzón
Técnico Superior de Dietética y Nutrición.
Dietoterapeuta y educadora nutricional.
Instructora de Yoga Kundalini
Terapeuta emocional con flores de Bach
Terapeuta holística energética.
Resumen:
Mi recorrido profesional como terapeuta nutricional en diferentes campos como son la realización de menús conscientes para comedores colectivos con diferentes patologías y movilidad reducida, así como discapacitados, mayores, guarderías y centro de menores; así como la elaboración de dietas específicas para menús especiales, como la dificultad en la deglución o masticación. Mi trabajo en trasmitir recomendaciones nutricionales para vegetarianos y veganos, pero también dietas omnívoras o mixtas. Además la atención como dietista en consultas privadas, en farmacias, parafarmacias y herbolarios, trabajando para laboratorios de renombre internacional, ha hecho que hoy por hoy aparte de continuar con la labor descrita, promuevo a través de la Educación nutricional, pautas para proteger la salud, prevenir la enfermedad, desechar mitos acerca de la alimentación actual y promover la alimentación consciente, de km 0, de temporada, natural y viva.
Descripción del recorrido:
Cuando acabé mis estudios de técnico superior de dietética y nutrición, tuve la suerte de comenzar a trabajar para una distribuidora de suplementos alimenticios de carácter provincial. Después pasé a formar parte del equipo de dietistas de una firma nacional especializada en productos de fitoterapia y suplementos alimenticios. Este trabajo me dio la oportunidad de trabajar en herbolarios, farmacias y parafarmacias como dietista atendiendo a los clientes que se acercaban a estos establecimientos a comprar sus productos habituales y medicinas.
Durante los cuatro años que estuve en este puesto de trabajo atendí a más de mil pacientes, un número elevado debido a que el principal interés era vender productos, rellenar las listas de citas y cumplir objetivos. Revisando mis notas puedo decir que en un solo día llegué a atender a más de treinta personas. La contraparte a este modo de trabajo fue que me permitió desarrollar mi profesión y conocer de primera mano muchas personas y sus historias de vida. Pude estar codo con codo con personas que tenían diagnosticadas patologías con su correspondiente medicación, la cual debía respetar por las posibles interacciones con los productos de la firma que recomendaba y en muchos casos, era inviable recomendarles algo, aunque fuera inocuo.
Al ocuparme de forma individual y personalizada de cada persona y en cómo podía ayudarlas únicamente con la alimentación me gané la fidelización de muchas de ellas.
En este trabajo de campo, atendí cada caso concreto a través del asesoramiento nutricional y pautas saludables, revisando e investigando multitud de informes específicos de laboratorios oficiales e independientes para comprobar cuáles eran los puntos en común en cuanto al origen del desequilibrio y qué carencias estaba teniendo el cliente para que se manifestara o se agravara la enfermedad.
Los casos que llegaban a estos establecimientos eran los más incidentes en la población actual española (lamentablemente cada vez con menor edad), como diabetes tipo II, hipertensión, obesidad, sobrepeso, osteoporosis, ansiedad, depresión, estreñimiento, gastritis. Otros casos como espondilitis anquilosante, arterioesclerosis, hernia de hiato, artritis reumatoide, psoriasis, alopecia, ictus, trombosis, celiaquía, enfermedad de Crohn, cáncer, prostatitis, agorafobia, insomnio, hiperactividad, tiroiditis, hipotiroidismo. Algunas adicciones reconocidas como el alcoholismo o tabaquismo. Y los estados fisiológicos naturales como la niñez, pubertad, adolescencia, embarazo, lactancia, menopausia y vejez.
No sería hasta que salgo de esta firma cuando me contratan para realizar un menú para una institución donde los usuarios tienen alguna discapacidad física, también algunos presentan dificultad a la hora de la deglución y la masticación. La vida me estaba poniendo en un reto con un “más difícil todavía”, conseguir un menú equilibrado para individuos con patologías que además presentan dificultades de movilidad u otras limitaciones psicofísicas.
En el año 2014-2015 me formo como instructora de Yoga Kundalini, estudios certificados por AEKY (Asociación Española de Kundalini Yoga) y trasmitido según las enseñanzas de Yogui Bhajan por KRI (Instituto de Investigación Kundalini, EE.UU.), hicieron que conociera el cuerpo físico más allá de la piel y los órganos. El cuerpo está compuesto de varios aspectos más sutiles que también hay que dedicarle tiempo y alimento. La meditación y la respiración consciente son pautas que incluyo como hábitos saludables en mis consultas de alimentación consciente y terapia nutricional.