El próximo 22 de diciembre entramos en la estación de las noches largas y el frío intenso en el hemisferio norte (si vives en el hemisferio sur, puedes echar un vistazo en el solsticio de verano).
En esta estación los órganos más sensibles son los riñones y las glándulas suprarrenales, también la emoción que más se acentúa es el miedo y en algunos casos, la tristeza.
Estas emociones y síntomas se pueden aliviar con una alimentación rica en alimentos concentrados, de raíz (remolacha, zanahoria, jengibre, nabos, puerros, etc), además en esta época se puede acentuar la duración de la cocción, las tempuras, las carnes y los pescados azules, el horneado, el frito y los estofados.
Los protagonistas del invierno son los platos de cuchara, sopas, potajes, cremas de verduras y cereales. Recuerda que cuanto más frío existe en el exterior, más debemos cuidar el calor interno, por eso la elaboración de nuestro menú puede aportar más calorías que en el resto del año.
Refuerza las legumbres, sobretodo azukis y aquellas que tengan forma de riñón, también los frutos secos, frutas desecadas, mermeladas caseras con especias como clavos, canela, jengibre o cardamomo, compotas o postres de frutas asadas como la pera guisada o la manzana asada.
Apuesta por las algas que son remineralizante y ayuda a la función renal, además aporta vitaminas, minerales, oligoelementos y proteínas de buena calidad ayudando a eliminar toxinas y metales pesados, labor que sobrecarga al riñón, no olvides abrigarte muy bien, sobre todo en la zona lumbar, espalda, garganta, pies y pecho, pues son zonas donde entra más fácilmente las corrientes de aire frío.
Evita en invierno los helados y los crudos, así como las cenas frías, evita para cenar ensaladas, lácteos o frutas, mejor pásate a las sopas, cremas y purés con proteína vegetal para la noche (legumbres trituradas, setas, champiñones, espinacas, semillas, tofu, tempeh, seitán, etc)
Recuerda hacer consciente no sólo tu alimentación en familia, sino los hábitos de consumo en estas fechas, evitemos el consumismo desmedido, que no sobre por meses en casa las golosinas ni se sacrifique ningún ser vivo en vano, que cuidemos el planeta tomando alimentos de nuestra región en temporadas adecuadas de producción y recolección.
A continuación te apunto algunas pautas y consejos para Navidad. Puedes compartirlos con quien desees si te son útiles.
CONSEJOS PARA NAVIDAD
1. Desayuno ligero. Saltarse el desayuno es siempre un error, también el día después de una excesiva cena. Convirtámoslo en Navidad en más ligero y suave, pero no nos lo saltemos, sobre las 11:00 o 12:00 puedes tomar jugos verdes, infusiones, etc.
2. Menú liviano pero exquisito. Combinemos alimentos hipocalóricos (hortalizas y verduras, frutas, pescados) con preparaciones sencillas y demos un toque sofisticado a la receta tradicional.
La adición de canela da un sabor delicioso a platos de arroz, pollo, carne estofada, pescado. La nuez moscada proporciona un toque exótico a las ensaladas.
Las frutas desecadas -como las pasas, las ciruelas secas y los orejones-, ya sean enteras o trituradas, en forma de cremas suaves o en distintos platos (cordero, conejo, arroces o ensaladas). Su sabor dulce natural reduce la tentación de un postre dulce.
Formas de aligerar los platos. Se puede optar por el spray de aceite para aliñar la ensalada, elaborar salsas ligeras con yogur batido o quesos suaves, macerar las carnes y los pescados con hierbas aromáticas para que resulten jugosos y sabrosos a la plancha, o cocinar los alimentos en papillote, en su propio jugo.
Alimentos depurativos Los alimentos que tonifican el hígado son los vegetales de ligero sabor amargo -escarola, endibias, alcachofa, cardo, berenjena, infusiones de diente de león y cardo mariano- y los que activan la acción depurativa del riñón son las verduras y las frutas, como apio, espárragos, borraja, manzana o pera.
Incorporemos alimentos laxantes al menú, ayudan a evacuar y a aliviar el vientre hinchado. Dos o tres piezas de fruta diarias, un yogur natural con salvado, beber agua y un largo paseo ayudan decisivamente en este propósito.
Ensalada como primer plato del menú. Los alimentos crudos son ricos en enzimas que ayudan al organismo a realizar una mejor digestión. Germinados en la ensalada. Brotes de soja, alfalfa, trigo o cebada contienen enzimas que combaten la fermentación y los consiguientes y molestos gases.
Repartir las sobras. Compartir los restos de las comidas con amigos y familiares es un truco para no comer de más el resto de días.
Sabor dulce para postres y cafés. Los hay que endulzan sin sumar calorías: stevia, canela, siropes, miel… Es posible buscar recetas con el uso de especias que emulan el sabor dulce y aportan un gusto agradable como el clavo, el cardamomo, la canela, la nuez moscada, el anís y la vainilla.
Caminar una hora al día como mínimo ayuda a mejorar la digestión y a que las calorías no se acumulen en el organismo.
Practica yoga, meditación, vida diurna, conéctate con la naturaleza, el aire libre, los amigos y la familia. Alimenta tu alma.
Superar los excesos del día después.
- Entone el cuerpo. Un consomé, un puré de verduras o una sopa caliente son reconstituyentes después de un día de excesos.
- Verduras diuréticas. Cualquier verdura es un buen diurético, aunque destacan por esta cualidad los espárragos, apio, borraja, judía verde y cebolla. Las frutas también cumplen este propósito. Las más diuréticas son el melón, la sandía, la pera y la manzana.
- Jugo al levantarse. El zumo de frutas estimula a los riñones para que depuren el cuerpo, en especial el zumo de manzana, y de remolacha con piña o de naranja, zanahoria y limón.
- Plantas descongestivas. Ayudan a que el hígado se recupere tras un día de excesos. Algunas se pueden tomar en verdura o en ensalada como la alcachofa, la achicoria, la endibia, la escarola, el rábano y el apio. Otras se prestan a beberse en infusión: semillas de cardo mariano, diente de león o boldo contienen sustancias de sabor amargo con capacidad depurativa del hígado.
Receta caldo depurativo.
Una de las buenas opciones que tienes siempre a mano para depurar tu cuerpo es recurrir a un caldo desintoxicante compuesto por vegetales idóneos para tal fin. Combinar apio, cebolla, puerro, pimiento y perejil puede llegar a ser una excelente idea. Solamente tendrás que tomarte media hora para prepararlo y puede venirte muy bien para depurar.
Ingredientes:
- Algunas ramas y tallos de apio.
- Una cebolla
- Un puerro
- Un pimiento verde
- Unas ramitas de perejil
- Opcional: Una cuchara de miso (de cebada o de arroz)
- Cantidad necesaria de agua
Preparación:
Pica finamente todos los vegetales. Toma una cacerola y añade allí las verduras una a una, agregando posteriormente la cantidad suficiente de agua como para que cubra la preparación.
Toma en cuenta un detalle: es muy importante que este caldo NO lleve sal, ya que la idea es que sea diurético y depurativo. La presencia de sodio hará que se retengan más líquidos.
El miso resulta alcalinizante y le dará sabor al caldo, añade una cuchara una vez apagado el caldo o al final, en el fuego mínimo. Coge un colador y dilúyelo dentro del agua. Removiendo hasta que se deshaga la pasta de miso. Deja hervir la preparación durante aproximadamente media hora, apaga el fuego y deja reposar.
Si quieres colarlo, puedes hacerlo. Caso contrario, bebe este caldo depurativo con todos sus vegetales.
Verás lo bien que te resultará para el día a día, ya que las verduras que lo componen son plenamente desintoxicantes.